¿Sánchez, es un apellido judío? Descubre su fascinante historia oculta
El apellido Sánchez es uno de los más comunes en el mundo hispanohablante, pero detrás de este nombre tan habitual podría ocultarse una historia fascinante y cargada de misterio. ¿Por qué dicen que el apellido Sánchez pude ser judío?
El apellido Sánchez, de origen patronímico, deriva de “Sancho”, que significa “santo” o “sagrado”. A pesar de su evidente referencia cristiana, este apellido fue elegido y adoptado por numerosas familias conversas durante la Inquisición.
Si bien es cierto que no todas las familias Sánchez tienen raíces judías, hay algunas que sí lo son, como el caso de Catalina Sánchez de la Parrilla, una mujer que vivió en el siglo XV y fue acusada de judaizar en secreto.
El caso de Catalina Sánchez de la Parrilla
Catalina Sánchez de la Parrilla vivió en la España de la Inquisición, una época en la que cualquier comportamiento era interpretado como herejía. Su caso es aún más impactante dado que fue acusada de judaísmo después de su muerte. Una práctica bastante común de la Inquisición que servía para confiscar bienes y castigar a las familias de los acusados.
Catalina Sánchez, fue señalada por sus vecinos, por observar tradiciones judías como:
- Celebrar Yom Kipur: Se decía que ayunaba y oraba en la casa de otros conversos durante esta festividad judía. Incluso alentaba a su prima a respetar esta tradición, advirtiéndole que no hacerlo era un pecado mortal.
- No observar fiestas cristianas: Durante el Corpus Christi, en lugar de unirse a las celebraciones, mandaba a sus sirvientas a lavar ropa. En otra ocasión, asó carne en una vigilia importante, desafiando las normas de la Iglesia.
- Practicar rituales funerarios judíos: Testigos afirmaron que tras la muerte de un ser querido, derramó agua en su hogar para purificarlo y guardó luto absteniéndose de comer carne.
- Realizar ofrendas religiosas: En la cocina, Catalina echaba pequeñas porciones de masa al fuego como ofrenda a Dios, un gesto que remite a antiguas prácticas judías.
Además de estas acusaciones, fue imputada por promover las tradiciones judías entre sus conocidos, instándolos a regresar a las prácticas de su fe ancestral.
La sentencia: un castigo más allá de la muerte
El 21 de diciembre de 1491, el tribunal de la Inquisición dictó una sentencia estremecedora contra Catalina Sánchez de la Parrilla:
“Declaramos la dicha Catalina haber cometido y perpetrado el dicho crimen de herejía y apostasía y haber sido hereje e apóstata e incurrido en sentencia de excomunión mayor y en perdimiento y confiscación de todos sus bienes, los cuales aplicamos a la cámara y fisco real, y declaramos haber caído e incurrido en todas las otras penas en derecho establecidas, y que debemos mandar y mandamos desenterrar y sacar su cuerpo y huesos del lugar sagrado donde está sepultado y en detestación del dicho crimen quemarlos públicamente.”
La sentencia inhabilitó a sus descendientes para desempeñar cargos públicos y los despojó de sus derechos de herencia.
Sánchez: un apellido con historia
El caso de Catalina Sánchez de la Parrilla, nos ilustra cómo los judíos conversos lucharon por preservar sus tradiciones frente a una maquinaria inquisitorial implacable. Aunque la mayoría de las familias Sánchez no tendrán un vínculo directo con esta historia, es posible que algunos Sánchez guarden rastros de un pasado sefardí.
¿Tienes raíces judías?
Si sientes curiosidad por tus raíces, este puede ser el momento de empezar a investigar tu historia familiar. Registros antiguos, relatos orales y tradiciones familiares pueden ser la clave para descubrir un pasado que desconocías.
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